Publicado: 5 meses atrás

1-4. 'Musho' Chelsea para un Betis que se queda a medias

El Real Betis se quedó a 25 minutos de la gloria ante un Chelsea que tuvo que tirar de todos sus recursos y los cientos de millones que tiene en el banquillo para doblegar a un equipo verdiblanco que se adelantó pronto en el marcador y, tras una primera parte modélica, se fue viendo sometido por el poderío físico de los 'blues', conforme Enzo Maresca fue dando entrada a jugadores de muchos cientos de millones de euros y en el Betis, para suplir a un Abde lesionado al comienzo de la segunda mitad, lo hizo un Jesús Rodríguez que empezó jugando la temporada en Primera RFEF. Del 1-0 al descanso se pasó a un 1-4 al final.

Manuel Pellegrini puso en liza el once esperado, finalmente con Adrián es la portería pese a que Fran Vieites se había recuperado y con Ez Abde en la banda izquierda, pues Lo Celso, además de no jugar en esa demarcación habitualmente, no estaba al cien por cien debido a unas molestias que arrastra desde hace más de una semana. La línea defensiva quedaba compuesta por Sabaly, Bartra, Natan y Ricardo, con Johnny por delante junto a Fornals, la tripleta de mediapuntas Antony-Isco-Abde, y arriba Bakambu en punta.

Galería
Real Betis vs Chelsea: las imágenes más espectaculares de la final de la Conference Julio Munoz / EFE

En las filas del Chelsea, Enzo Maresca introdujo cinco cambios respecto a la alineación titular que puso en liza el domingo pasado ante el Nottingham y que aseguró su presencia en la Champions tras ganar 0-1 lo que era otra final para los blues y acabar cuarto en la Premier.

Ya por las calles de Breslavia se pudo ver durante las horas previas que las gargantas béticas iban ser clara mayoría en el Wroclaw Stadium, que parecía el mismísimo Benito Villamarín en los compases iniciales. En la grada, el partido estaba ganado mucho antes de empezar y a partir del silbatazo de Irfan Peljto, también lo empezaron a ganar los verdiblancos, que desde el primer momento se mostraron muy ambiciosos y tras unos diez primeros minutos de tanteo, comenzaron a imponer la ley que marcaba un Isco inconmensurable, de cuyas botas nació el excelente pase para que Ez Abde, otras noches fallón, inaugurara el marcador con un excelente chut cruzado que llevó el delirio a la zona norte del estadio polaco, donde se daban cita la mayor parte de los más de 15.000 béticos.

Los de Pellegrini pudieron dejar la eliminatoria perfectamente encarrilada en diez minutos mágicos que sucedieron al primer gol, pues Marc Bartra (13’), tras una gran pared con Bakambu, obligó a Jorgensen a sacar un balón que buscaba la escuadra, y poco después otra excelente jugada de Abde permitió a Johnny (20’) rematar desde el punto de penalti, encontrando la pierna de un defensor 'blue' en su camino hacia el gol.

El Chelsea, pese a tener más de un sesenta por ciento de posesión, fue incapaz de crear una sola ocasión de peligro a los béticos, que sabían lo mucho que se jugaban en el partido y, empujados por su entregada afición, defendieron con garra, entrega y generosidad, como si les fuera la vida en cada balón dividido.

La segunda mitad comenzó con malas noticias para los béticos, pues muy pronto se lesionaba Abde y dejó su puesto al joven Jesús Rodríguez, que no estaría nada afortunado en el marcaje a Cole Palmer en las jugadas de los dos primeros goles del Chelsea, que llegaron en apenas cinco minutos de intervalo tras dos sensaciones asistencias del rubio y talentoso jugador inglés. Enzo Fernández transformó una en el primer gol con un espléndido cabezazo y Nico Jackson hizo el segundo al rematar con el pecho la excelente asistencia de su compañero, el gran héroe de la remontada de los 'blues'.

El Betis quedó tocado con esos dos goles y el impresionante ritmo que mantuvieron los ingleses, que acabaron pasando por encima de un equipo verdiblanco que se dejó hasta la última gota de sudor pero finalmente sucumbió ante el poderío de un Chelsea que acabó goleando con dos nuevos tantos de Jadon Sancho y Caicedo, excesivo castigo para un Betis que fue superior mientras le aguantaron las fuerzas y solo claudicó cuando, desde el banquillo, Pellegrini no tenía manera ni jugadores para poder competir de igual a igual con Enzo Maresca.

Ï