Al César lo que es del César. Nadie fue mejor que Luis Enrique en los banquillos la pasada temporada y no cabía dudas de que sería reconocido en la Gala Balón de Oro, en la que sucedió a Carlo Ancelotti en la segunda edición del galardón.
No estuvo presente 'Lucho' en la gala a pesar de ser en París. Ya no porque no le vayan mucho este tipo de eventos, sino porque a su equipo se le tuvo que recolocar el partido ante el Olympique de Marsella, previsto para el domingo, por el temporal y coincidió este mismo lunes durante la Gala Balón de Oro, donde había un carrusel importante de nominados del Paris Saint-Germain.
"Tengo que dar las gracias a muchas personas. En primer lugar a mi familia y también a todas las personas que forman parte del PSG. En especial al presidente Nasser Al-Khelaifi y Luis Campos. Me acuerdo de la primera vez que nos reunimos y conectamos desde el principio. Es muy bonito recibir un galardón individual, está claro, pero considero que lo más importante es recibir el reconocimientos de los aficionados de nuestro equipo y nuestro deporte. Quiero felicitar a todos los jugadores", dijo Luis Enrique mediante un vídeo grabado de antemano en el que se expresó en francés.
Los méritos para que Luis Enrique vuelva a ser nombrado el mejor entrenador del mundo (ganó el The Best como entrenador del Barça en 2015) son incontestables. Especialmente habiendo dado la vuelta a un PSG que en verano perdió a su gran estrella, Kylian Mbappé, que se fue gratis al Real Madrid. Parecía una hecatombe y muchos se mofaron cuando 'Lucho' aseguró que el equipo podía ser mejor sin la tortuga. El tiempo le dio la razón, pues acabó logrando el primer triplete en la historia del club.
El trofeo más importante fue sin duda la Champions League que tanto perseguía Nasser Al-Khelaifi y compañía desde que compraron el club. Tras un gasto exagerado en el fichaje de estrellas, bajo el mando de Luis Enrique levantó la Orejona el equipo con menos cracks de primer nivel desde que llegó Qatar. No fallaron tampoco en Ligue 1 ni Copa de Francia que, aunque se presuponga que siempre son los favoritos, no es tan sencillo levantarla a fin de cuentas.
No es que tuviera mala competencia Luis Enrique. Competía nada menos contra Antonio Conte, que ganó la Serie A con el Nápoles, Arne Slot, que hizo lo mismo con el Liverpool, Hansi Flick, que ganó y maravilló en España con el Barça, y Enzo Maresca, ganador de la Conference League y Mundial de Clubes. Todos con mucho mérito, pero lejos de lo logrado por el asturiano.
