Podríamos estar, sin lugar a duda, ante una de las jugadas más surrealistas de la temporada en el fútbol español. Sporting y Racing afrontaban la novena jornada con la novedad de Borja Jiménez en el banquillo sportinguista y con ansia de triunfo de los asturianos tras cinco derrotas consecutivas.
El Sporting había conseguido anotar los dos primeros tantos del partido, obra de Jonathan Dubasin y Pablo Vázquez, que habían puesto la calma en El Molinón, hasta que el Racing, mediante Jeremy, ponía el 2-1 que metía el miedo en el cuerpo de aficionados y jugadores rojiblancos.
Como última jugada del partido, el Sporting concedió una falta en la parte frontal izquierda del área que desataría la locura entre los racinguistas. Andrés Martín botaba la falta que Pablo Vázquez despejaba sin muchos apuros. En el momento en que el esférico salía rebotado de la cabeza del central, el colegiado Orellana Cid declaraba el final de los 90 minutos.
Pero para los jugadores del Racing no había acabado ahí. El balón despejado cayó en la frontal del área y Mario García empalaba una espectacular media volea que se acabaría colando en la escuadra de la portería rojiblanca, pero no valía. Ante el prematuro pitido del árbitro, la cólera entre los jugadores verdiblancos se desató y Marco Sangalli fue expulsado. Finalmente, los tres puntos se quedaron en Gijón a pesar de la polémica.
