Matías Almeyda, entrenador del Sevilla, estaba muy satisfecho con la respuesta de los suyos en una noche que se puso difícil en El Salto del Caballo, donde el Toledo se adelantó y amenazó la andadura de los nervionses en la Copa del Rey.
“Estos partidos son finales que a veces depende de cómo arranquen pueden resultar más difíciles, pero lo resolvimos bien, participaron muchachos que tienen menos participación en la Liga y me voy contento, le valoro las ganas y el ímpetu que pusieron”, dijo el argentino ante los medios oficiales del club.
Almeyda había dado la oportunidad a jugadores que no suelen ser titulares en la Liga y el compromiso fue el adecuado, así como el resultado final. “Todos, todos... cada uno en su posición... dieron la cara. Los que estaban afuera también estaban metidos y se nota que hay grupo. Me deja feliz eso”, añadía al tiempo que respiraba por haber conseguido el objetivo, que no era otro que pasar de ronda: “Nosotros jugando un amistoso son finales. Lo sabíamos. Había que pasar la eliminatorua y la pasamos. Ahora tenemos otro partido importante con el Atlético y ya estamos pensando en él”.
También felicitó a la afición, que se presentó en un número amplio, 400, en el Salto del Caballo, pese a la mala climatología que tuvieron que sufrir. “El futbol mueve. El fútbol es algo maravilloso y donde cualquiera es optimista. El marco fue muy lindo, respeto a la gente también y los aficionados que nos acompañan y me pone contento”.