No estaba siendo hasta el momento el derbi más atractivo de la historia. El Athletic, bien plantado atrás, esperó y esperó a la Real Sociedad sin conseguir generar demasiado ninguno de los dos equipos. Pero si alguno merecía abrir la lata era sin duda el cuadro local. Lo probó primero Carlos Soler a la salida de un córner y más tarde Oyarzabal lo volvió a intentar.
El partido no tuvo excesiva actividad hasta que Barrenetxea, que estaba siendo el principal argumento ofensivo del elenco donostiarra, se tiró al suelo en el 35'. Parecía que el partido se había acabado para el extremo. Sin embargo, dos minutos más tarde volvió al campo y en el primer balón que tocó, puso un balón perfecto de zurda que tras ser prolongado por Oyarzabal acabó en las botas de Brais. Tuvo que ser a la segunda, pero el gallego acabó haciendo el 1-0 tras una gran parada de Unai Simón. Instantes después, sin llegar prácticamente a jugar, Barrenetxea volvió a ir al suelo. Ahora sí; no hubo más partido para el donostiarra. Habrá que esperar a ver lo que determinan las pruebas, pero la Real pierde a su mejor valor en este inicio de temporada.