El derbi entre la Real Sociedad y el Athletic terminó con una tangana tras el pitido final. Todo comenzó con un forcejeo entre Aramburu y Oihan Sancet en el centro del campo, que rápidamente encendió los ánimos y provocó un encontronazo entre varios jugadores de ambos equipos. En pocos segundos, buena parte de las plantillas se vieron implicadas en un revuelo general, con empujones, reproches y varios futbolistas tratando de separar a los más encendidos.
El incidente se produjo justo después de la victoria de la Real por 3-2 y ensombreció brevemente la celebración txuri urdin. La tensión acumulada durante un partido muy disputado derivó en este enfrentamiento, que no fue a más y se resolvió sin consecuencias graves. Tras unos minutos de confusión, los ánimos se calmaron y ambos equipos se retiraron a los vestuarios.