¿Quién podría pensar que el ganador del Trofeo Yashin sería liberado por su club la misma temporada en ser premiado? Eso sucedió precisamente con Gianluigi Donnarumma, que levantó el galardón como jugador del Manchester City tras haber destacado la pasada temporada con el Paris Saint-Germain, siendo clave en el triplete.
"Es un honor recibir este premio. Estoy muy contento por los magníficos resultados que obtuvimos la pasada temporada y quiero darle las gracias a todos mis antiguos compañeros porque gracias a todos ellos estoy aquí. Ahora estoy concentrado en una nueva aventura y le quiero dar las gracias al Manchester City. Tenemos muchos objetivos por cumplir y vamos a luchar por ello. Gracias también a toda mi familia. Gracias a todos ellos porque gracias a ellos estoy aquí", dijo Donnarumma tras recibir el galardón.
No había ningún secreto que el meta italiano, cortado por la misma madera que 'Gigi' Buffon, iba a ser premiado. Sus grandes intervenciones con el PSG, salvando los muebles en Champions League en más de una ocasión, fueron motivos más que suficientes para ser el elegido por delante de los otros competidores, que tampoco destacaron demasiado: Alisson Becker (Liverpool), Yassine Bono (Al Hilal), Thibaut Courtois (Real Madrid), Emi Martínez (Aston Villa), Jan Oblak (Atlético), David Raya (Arsenal), Matz Sels (Nottingham), Yann Sommer (Inter de Milán) y Lucas Chevalier (Lille).
Precisamente este último es ahora el entrenador del Paris Saint-Germain. Donarumma, que rompió con la racha del 'Dibu' tras dos años consecutivos ganando el premio, terminó mal este pasado verano con el PSG tras no querer renovar y acumular problemas con Luis Enrique, poco convencido tampoco con su juego de pies.
Curioso fue el caso que, a pesar de este motivo, el que lo sacó del Parque de los Príncipes fue Pep Guardiola, amante de salir jugando desde atrás.