Lamine Yamal tiene un don para aparecer en los grandes escenarios. Le motivan los retos, parece que le excita la presión. Cada oportunidad en un partido importante la interpreta para superarse y demostrar al mundo que quiere ser el número 1. Y el Clásico, por supuesto, no será la excepción. Es el gran escenario, el partido más seguido en todo el mundo. A sus 18 años, el extremo formado en La Masia ya se ha ganado un lugar entre los futbolistas más determinantes del mundo. En Madrid lo saben bien, especialmente desde el último año. El de Rocafonda ha disputado siete Clásicos oficiales, los últimos cuatro como jugador consolidado. Ganó los cuatro y marcó tres goles y dio dos más.
Las molestias en el pubis le han limitado en este arranque de curso, pero sus registros continúan siendo de jugador top. En apenas siete partidos ha participado directamente en ocho goles: tres marcados por él, cinco asistidos. Cifras muy similares a las del mismo tramo de la pasada temporada, cuando intervino en nueve tantos (solo uno más).
“No está en su mejor momento”, repiten algunos. Pero Lamine siempre aparece cuando el contexto se agranda. Y en Can Barça se le espera este domingo. El Real Madrid, además, es uno de sus rivales preferidos. Le ha marcado tres goles, los mismos que a Granada, Athletic o la selección francesa, y cada enfrentamiento con los blancos le activa de una manera distinta. En el cuerpo técnico del Barça tienen claro que hay un ‘modo Clásico’ en Lamine, aunque todavía falta por ver –tiene solo 18 años- una exhibición que lo encumbre como tuvieron otros grandes jugadores de la historia del Barça. Falta aún ‘El Clásico de Lamine Yamal’.
A pesar de ello el curso pasado, su promedio goleador ante el Madrid (0,43 por partido) fue superior al del resto de la temporada (0,33). Son pequeños matices que explican su instinto competitivo ante el eterno rival. Curiosamente, cuando se enfrenta a los blancos arriesga menos: dribla menos, toca menos balón, pero también pierde menos la pelota. Es más selectivo, más maduro. Y cuando encara al portero rival, más eficiente.
Aunque no esté al máximo físicamente, sigue siendo un quebradero de cabeza para cualquier defensa. Hoy por hoy, Lamine es el jugador de las grandes ligas que completa más regates con éxito: 7,38 por cada 90 minutos. Ni Vinicius ni Mbappé se acercan a ese registro, de hecho no están ni en el top-10. Solo Rodrygo se asoma en este ránking (cuarto, con una media de 5,88).
Con su desequilibrio, ambición y la motivación especial que le produce el Clásico frente al eterno rival, en el Barça confían plenamente en él. Lamine Yamal vuelve a mirar al Madrid. Todo puede pasar. Y en la capital lo saben porque ya lo han sufrido.