Publicado: 20 horas atrás

Eder Sarabia, el entrenador que prohibió dar pelotazos: Qué asco dais, qué bien jugáis

“Qué asco dais, qué bien jugáis. Qué envidia”, le soltó Sergio Arribas, la estrella del Real Madrid Castilla, a Adrià Vilanova, central del Andorra. El equipo del Principat derrotó a los blancos por 2-1 en el camino al ascenso a la Segunda División. Un camino en el que no solo importó el qué, también el cómo. “Cada delantero contra el que jugaba me decía lo mismo. Acababan hartos de tanto presionar y no poder robar el balón”, explica Vilanova a MD.

Andorra fue la primera experiencia en solitario de Eder Sarabia en un banquillo profesional. Este fin de semana (domingo a las 18.30h) se enfrenta al Barcelona, donde terminó de hacerse un nombre después de acompañar a Quique Setién en Las Palmas y Betis. Durante más de 130 partidos, Sarabia pulió en Andorra una forma muy particular de ver el fútbol. Con mensajes directos y una filosofía inquebrantable que, entre otras cosas, prohibía terminantemente dar pelotazos. Esta ideología es la que le ha llevado a ascender al Elche y, ahora en Primera, a construir uno de los equipos con una propuesta más atractiva de la temporada.

En óptica azulgrana es complicado disociar la imagen de Sarabia y Setién de aquel doloroso 2-8 ante el Bayern de Múnich. Hubo otras fotografías. En una pausa de hidratación en Balaídos, Eder sufrió un desplante de Leo Messi cuando el preparador intentaba darle unas indicaciones. Además, la televisión le captó lanzando varios reproches durante un Clásico en el Bernabéu. “¡No hace nada de lo que tiene que hacer. Me cago en Dios” o “¡una mierda, una mierda es eso, los putos pases largos de mierda!”, llegó a decir.

"He tenido entrenadores de su perfil en el Barça, pero Eder es mucho más extremista"

Sergi SamperExjugador del Andorra

"Mi esencia no va a cambiar, seguiré viviendo el fútbol intensamente. Pero es verdad que tenemos que dar ejemplo a los niños. Yo voy a seguir igual", se explicó más tarde. Su aviso no fue un farol. Su esencia ha seguido siendo la misma. “He tenido entrenadores de su perfil en el Barça, pero Eder es mucho más extremista”, detalla Sergi Samper, que pasó por Andorra tras su periplo por Japón. “A veces era un punto extremo. No concibe otra cosa que ser dominador, no entiende otra forma de jugar”, expone Vilanova, hijo del fallecido Tito y cuarto futbolista más utilizado por Eder durante su carrera en los banquillos.

Gerard Piqué lo tuvo muy claro cuando fue a por él. Lo incorporó cuando Nacho Castro, el entrenador anterior, tenía al equipo segundo. Sarabia, en una entrevista con Relevo, explicó una anécdota de ese momento. "En un chat que Gerard tenía con Fàbregas, con Andrés [Iniesta], creo, con Xavi, cuando dice que van a echar al entrenador y que me van a poner a mí, Leo dice: 'El mejor'. Igual es mentira, pero yo me lo creí”, comentó.

Prohibido pegar pelotazos"

Sarabia tenía prohibido a sus defensas no jugar el balón en corto. “No negociaba la salida de pelota. Si los centrales jugaban en largo se enfadaba mucho”, cuenta Samper. “Me sorprendió la idea radical de jugar tanto el balón desde atrás. No nos dejaba pegar pelotazos. Quizá con el Elche no es tan extremo porque en Primera cualquier error te puede hacer perder un partido. A los centrales nos obligaba siempre a encontrar soluciones”, añade Adrià.

Con los jugadores es directo. Muy directo. “Hubo un partido que ganamos 1-0, vino y me dijo: has jugado el peor partido de tu vida. Has estado muy cagón”, recuerda Vilanova. “Lo decía para sacar la mejor versión de ti. Era muy exigente. Cuando algo no le gustaba, saltaba. Pero siempre desde el respeto. Se le entendía. Tiene mucho carácter y expresa lo que no le gusta. Pero tiene muy buen trato con el jugador. Siempre dice lo que piensa”, apunta el central, que ya ha empezado a formarse como entrenador.

Cada semana, alguna tarde después de entrenar, citaba a la plantilla para tratar aspectos psicológicos y que la dinámica grupal fuera positiva. “Era un espacio en el que podíamos hablar abiertamente”, explica Vilanova. Sarabia siempre ha tenido un interés especial por el coaching y los jugadores que ha tenido coinciden en que daba buenas charlas.

“Más de una vez, un rival se acercó y me dijo: qué bien jugáis, que meneo, ojalá poder jugar como vosotros…”, cuenta Adrià. Este domingo, el Elche de Sarabia tiene un examen de madurez y fe en Barcelona.

Etiquetas: LaLiga Barcelona
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