Dos partidos en casa y dos partidos ganado para el Galatasaray. Tras haber tumbado al Liverpool en la jornada 2, ahora pasaron por encima del modesto Bodo Glimt. Y sí, de nuevo con Osimhen como protagonista, autor de un doblete y clave en el tercero.
El delantero nigeriano fue el protagonista absoluto de la primera parte. En el minuto uno dio el susto al irse al suelo por un golpe en la muñeca que ya de por sí tiene maltrecha. Y cuando todavía había dudas de si estaba recuperado o no las disipó de un plumazo con su especialidad: el gol. Lemina se la puso al espacio y el ex del Nápoles la dejó correr lo justo para colocar el cuerpo y sin necesidad de controlar ponerla de primeras cruzada al palo largo (3'). Podría estar jugando en un equipo candidato a ganar la competición sin problema.
El equipo turco optó por un plan bastante reactivo. No tuvo posesiones largas, sino que esperaba el error del rival para activar todas sus armas ofensivas y correr. En el 20' Osimhen volvió a dar el susto con un golpe en el tobillo en una disputa. Diez minutos después amplió la ventaja. Esta vez aprovechando un gravísimo error en salida de balón de Bjorkan que condujo para dentro y se la regaló, teniendo solo que regatear a Haikin para poder definir a portería vacía (33').
Antes del descanso se pudo meter de lleno en el partido el equipo noruego. Hauge no supo aprovechar un mano a mano con todo a favor y disparó fuera. Poco después un chut lejano de Fet dio en el palo y en una contra portentosa de Sané perdonó Osimhen su hat-trick cruzando demasiado la pelota.
La segunda parte fue un correcalles absoluto en el que pudo marcar cualquiera. El Bodo las tuvo de todos los colores, pero le faltó puntería en los metros finales. Y cuando la tuvo, se hizo gigante Cakir bajo palos. Los locales las tenían en las botas de Osimhen, tan ansioso por marcar su triplete que perdonó. En un claro mano a mano se descordinó y se la cedió a Akgun, que chutó contra Haikin y en el rechace se la sacó un defensa. En el 60' sí se pudo redimir tras un robo de Osimhen en el que otra vez se la sacó el portero de primeras, pero en el rebote sí acertó.
Con el Galata ya relajado y con Icardi en el campo en lugar de Osimhen acortaron diferencias los visitantes, que estaban invictos hasta esta jornada 3 con sendos empates a 2 en las primeras fechas. Bjorkan la puso con música al segundo palo y Helmersen se elevó por encima de todos para anotar de cabeza (76').
