La selección española encara esta noche en Valladolid (20.45 h/La1) un duelo ante Bulgaria en el que Luis de la Fuente volverá a tirar de fondo de armario para mantener intacta la fiabilidad de un grupo que no entiende de excusas ni de relajación. Con el billete prácticamente en el bolsillo y un récord histórico al alcance, el seleccionador prepara una nueva revolución en el once ante la plaga de bajas en la Roja.
Ferran Torres fue el último en caer. Una sobrecarga muscular sufrida el sábado ante Georgia le obligó a abandonar la concentración y sumarse a una lista de ausencias que ya es extensa. Lamine Yamal, Dani Carvajal, Dean Huijsen, Rodri, Fabián, Fermín, Gavi, Nico Williams o Dani Olmo tampoco estarán en el José Zorrilla. Y ahora, además, se suma la duda de Martín Zubimendi, que se ejercitó parcialmente al margen del grupo en la última sesión. Su lugar en el once se lo podrían disputar entre Pablo Barrios y Aleix Garcia. Veremos si sin Zubi le da descanso a Pedri, que ya jugó 70 minutos en Elche.
De la Fuente no dramatiza. La amplitud de su lista, la confianza en la segunda unidad y la competencia en el vestuario permiten mantener el listón competitivo al máximo. España es líder, invicta y con una dinámica incontestable: pleno de victorias, once goles a favor y ninguno en contra en los tres últimos encuentros clasificatorios.
El técnico riojano planea rotaciones masivas para repartir esfuerzos y mantener la motivación alta. Queda abierto el cambio en la portería y en defensa, el regreso de Laporte al eje acompañando a su compañero de en el Athletic Vivian es una posibilidad, con Llorente por la derecha y Grimaldo por la izquierda.
La racha de España asusta: no pierde un partido oficial desde marzo de 2024, en Hampden Park, ante Escocia. Desde entonces, todo son victorias, buen fútbol y goles. A un paso de igualar los 29 partidos invictos que firmó la generación dorada de Del Bosque entre 2010 y 2013, De la Fuente quiere prolongar el idilio con un grupo que conjuga juventud, descaro y madurez.
Enfrente, una Bulgaria deprimida, colista de grupo y sin margen de mejora. El combinado que dirige Alexander Dimitrov llega tocado, tras encajar un 1-6 ante Turquía y acumular más de diez meses sin conocer la victoria. Su último triunfo data de noviembre de 2024, frente a Luxemburgo.
España, en cambio, vive en una nube. En Sofía ya goleó 0-3 a los búlgaros con un ejercicio de autoridad y hoy busca repetir guion ante una afición que llenará el José Zorrilla para disfrutar del momento más sólido del combinado nacional en la última década. No podrá sellar aún su clasificación matemática, necesitará esperar a noviembre para certificarla, pero un nuevo triunfo dejaría el pase virtualmente cerrado.